martes, 24 de abril de 2007

¿Quíen dijo que esto sería un camino de rosas?

Mucho se esperaba hoy de este partidazo entre ManU y Milán, no solo porque se enfrentaban dos de los equipos historicamente más importantes de toda Europa (los más importantes junto con el Real Madrid) y porque lo hacían en nada más y nada menos que en una semifinal de la competición de clubes más importante del mundo, sino también porque en Old Trafford habiamos presenciado, sin lugar a dudas los mejores encuentros de toda la temporada (alcanzando la cota máxima en aquel ManU - Roma de hace un par de semanas). Pues bien hoy hemos podido presenciar uno de esos partidos que a un aficionado a este deporte se le quedan marcados para toda la vida, porque todos nos acordaremos de las dos obras de arte de Kaká, de los espectaculares regates de Cristiano Ronaldo (sobre todo de un caño con la espuela y en carrera ante Gattusso que terminó en falta del italiano), en una asistencia imposible de Scholes a Rooney y como no de ese golazo en el último suspiro del mejor delantero del mundo en este momento (con permiso de Drogba) Wayne Rooney, gol de autentico killer golpeando el balón de primeras y sin mirar a porteria...Pero vayamos por partes.

Un once de circunstancias.

El partido pese al buen juego que venían haciendo los diablos rojos, sobre todo en su estadio, durante todo el año no se les presentaba nada fácil, pues formaban con un once de circunstancias sobre todo en la linea defensiva con Oshea, Brown, Heinze y Evra (este último tubo que jugar infiltrado). A partir de ahí Alex Ferguson cambió su esquema habitual para potenciar el centro del campo, con Fletcher y Carrick escoltando a Paul Scholes, y arriba el tridente lo formaban en los extremos Giggs y Ronaldo (con un intercambio de posiciones que en la primera parte fue constante y ya en la segunda asentó al portugués en la derecha y al galés en la izquierda) y con Rooney en la punta de ataque. Este esquema quizás reducía levemente el potencial de Rooney, que es un jugador que se desenvuelve mucho mejor jugando con un delantero por delante que fije a la linea defensiva y que le permita llegar desde atrás, buscar el disparo desde fuera o caer a bandas para buscar el centro y la llegada de compañeros desde segunda linea, aunque por otra parte daba al centro del campo una mayor solidez, algo que se perfilaba como necesario debido a la gran cantidad de centrocampistas con los que iba a jugar el milán.

Solidez en el centro del campo y sobre todo mucha experiencia.

Por su parte los de Ancelotti, formaban con un once más conservador, con Dida, Jankulovsky, Nesta, Maldini y Oddo y a partir de ahí con Ambrosini y Gattuso de barrenderos por detrás de Pirlo, con Kaká y Seedorf con licencia para hacer lo que les veniera en gana y con Gillardino como único punta. Un equipo con menos potencia y velocidad que el inglés pero con mucho oficio y con muchísima experiencia, algo que suele ser esencial en estos encuentros.

El manchester buscó el partido en todo momento.


El ManU desde el inicio quiso el balón y la victoria, se fue hacia arriba buscando las jugadas de toque con la mayor velocidad posible, aun así el primer gol inglés llegó en jugada a balón parado después de un remate de cabeza de Ronaldo y un barullo en el area pequeña el balón entró en el interior de la portería defendida por Dida.

Factor Kaká.

Pero si con algo no contaba el Manchester era con que a Kaká le saliera la primera parte de su vida, porque al Milán le bastó con intentar capear el vendabal rojo y en servir dos balones al brasileño para que este se inventara dos golazos en jugada personal, cuando el
ManU se quiso dar cuenta de lo sucedido se vió con que el Milán sin crear apenas ocasiones había conseguido la remonatada.

Como un pase puede cambiar un partido.

La segunda parte comenzó con los locales aun aturdidos por el terremoto brasileño de la primera parte, además los milanistas estaban muy bien asentados en la moqueta de Old Trafford, y los reds no sabían como incarles el diente. Pero entonces se produjo la lesión de Gattuso y con la salida del barrendero más imporatante del Milán, Scholes vio la luz y apareció de nuevo el arte, esta vez en las botas de Scholes para acompañar el esférico con el exterior y servirsela a Rooney que en un mano a mano con el portero brasileño no falló.
Esto consiguió reavivar el vendabal y esta vez con más fuerza que nunca, el ManU arrinconó a su rival casi en su area, y además la linea defensiva red se creció (sobre todo Heinze que tubo una segunda parte formidable) cortando las pocas acciones de peligro que llevaron los Kaká, Gillardino y compañia. Y cuando los milanistas ya estaban celebrando un empate que les sabía a gloria vino la maravilla del delantero más completo de la premier (y seguramente del mundo), contrataque llevado en una conducción de más de 40 metros con un ritmo vertiginoso de Ryan Giggs (parece mentira que tenga 33 años...) y pase a Rooney, este sin mirar a la porteria y de primeras realizó un golpeo y el balón entró pegado al palo izquierdo de Dida (gran actuación la suya durante todo el encuentro), sin duda un golazo que vale su peso en oro.

Todo por decidir.

Después del partido visto, los ganadores en marcador y sobre todo en moral son los reds, pero para los de Fergusson esto no será ni mucho menos el camino de rosas que, muchos de nostros, augurabamos.

Manchester 3-2 Milán
1-0 C.Ronaldo 02', 1-1 Kaká 21', 1-2 Kaká 36', 2-2 Rooney 58', 2-3 Rooney 90'



Por:Andrés Moreno


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